El secreto en el interior de un Grand Seiko de 30 años.

Caliber 9F
Una extensa investigación sobre muchos movimientos mecánicos, incluida la primera generación de Grand Seiko, condujo al nacimiento del calibre 9F, el último movimiento de cuarzo.

El secreto en el interior de un Grand Seiko de 30 años.

Una extensa investigación sobre muchos movimientos mecánicos, incluida la primera generación de Grand Seiko, condujo al nacimiento del calibre 9F, el último movimiento de cuarzo.

Cómo hacer un reloj que dure toda la vida

Los japoneses tienen un dicho, "yudan taiteki", que significa "el descuido es un gran enemigo". La palabra descuido (yudan) es una combinación de dos caracteres japoneses que significan "fuera de" y "combustible". Se dice que esta expresión tiene su origen en una advertencia a los templos para que nunca se quedasen sin combustible, para que la luz del budismo continuase brillando. Poco sabían estos monjes budistas que su advertencia sería una que los fabricantes de relojes avanzados también tendrían en cuenta. La falta de aceite lubricante provoca fricción entre los muchos de los componentes móviles, lo que hace que se desgasten y dañen el reloj. El aceite es clave para el alto rendimiento duradero de cualquier reloj analógico, ya sea mecánico o de cuarzo.

Un día, el equipo que desarrolló el calibre 9F oyó acerca de un Grand Seiko de primera generación que todavía contenía aceite lubricante de unos 30 años antes, sin señal de que nadie hubiera abierto la caja. Aunque nadie sabía cuánto tiempo había estado funcionando ese reloj, pudieron deducir por qué seguía engrasado. El secreto estaba en la forma en que se lubricaba el reloj.

En general, se aceptó que no sería necesario un sistema de lubricación especial para un movimiento de cuarzo debido a la menor fuerza ejercida sobre las ruedas, en comparación a las de un movimiento mecánico. El equipo de desarrollo del calibre 9F desafió esta suposición en su determinación por elevar la durabilidad de su nuevo calibre al nivel más alto posible. Buscaron posibles soluciones estudiando los sistemas de retención de aceite incorporados en los movimientos mecánicos de Grand Seiko. El equipo llegó a la conclusión de que la longevidad del calibre 9F mejoraría si pudieran crear un sistema en el que el pivote estuviera protegido y apoyado por un muelle y dos rubíes con aceite lubricante llenando el espacio intermedio.

La solución fue el Diafix. Diafix es un sistema de retención de aceite que se creó para el reloj mecánico Seiko Crown en 1959. Este sistema se pasó al primer Grand Seiko y también desempeñó un papel crucial en el movimiento de cuarzo del calibre 9F.

El uso de Diafix en el calibre 9F es otro ejemplo del poder de la sinergia entre la experiencia en relojería mecánica y electrónica de la compañía. Al igual que con el uso de un muelle para garantizar que el segundero del calibre 9F aterrizase exactamente en su marcador, el uso de una técnica de relojería mecánica hizo posible la creación del mejor calibre de cuarzo imaginable. No fue suficiente que el calibre 9F fuera un movimiento de cuarzo altamente preciso; también tenía que tener la durabilidad y la longevidad exigidas por el nombre Grand Seiko.

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