La historia de Grand Seiko en diez capítulos. Vol.2 Forma perfecta: la búsqueda de la belleza con estética japonesa.

CÓDIGO DE DISEÑO Un código de diseño creado alrededor de líneas definidas y el brillo de la calidad.

Sombras y líneas fuertes. Estos elementos formaron la piedra angular del diseño de Grand Seiko, pero antes de que ese diseño pudiera realizarse, se requería un nuevo nivel de precisión en la fabricación del diseño. Este se produjo a través de un cambio en la forma en que se realizaban las mediciones. Hasta 1960, Seiko había estado utilizando una unidad especial llamada "línea", que era el estándar principal en la industria relojera pero, en 1962, Seiko cambió la unidad al milímetro. Esto dio como resultado un cambio en la unidad mínima de 1/4 de línea (aproximadamente 0.56 mm) a 0.1 mm, lo que permite un diseño más preciso de la caja del reloj y los componentes exteriores.

Un elemento central para la creación de un estilo Grand Seiko fue el desafío de dar a cada caja una firma distintiva. La caja se fabricó en acero inoxidable forjado en frío y, gracias al diseño más preciso, se logró una forma tridimensional más nítida. De particular interés fue el aspecto único de la cresta, que se extendía desde el lateral de la caja hasta las agarraderas. La esfera también tenía un aspecto propio. Para aprovechar al máximo la interacción entre luces y sombras, los marcadores de hora en la esfera se tallaron para ser multifacéticos y luego fueron pulidos cuidadosamente. La esfera era plana para ayudar a garantizar la resistencia al agua de la caja y para permitir que los marcadores destacasen en un fuerte relieve. Estos elementos se convirtieron en parte del estilo Grand Seiko definitivo y se desarrollaron aún más, y a niveles más altos de sofisticación, en el GS-Self-dater de 1964 y luego en el 44GS de 1967.

Todo culminó con el 44GS de 1967, el reloj que estableció, de una vez por todas, el Grand Seiko Style. La forma de la caja era revolucionaria. La superficie frontal plana se pulió para obtener un acabado sin distorsiones, que se logró mediante un método conocido como pulido Zaratsu.
Esta técnica requiere gran habilidad y larga experiencia para perfeccionarse.

Los lados de la caja se inclinaban bruscamente hacia adentro para permitir que el reloj se asentase perfectamente en la muñeca, y para dar un aspecto único. La corona se colocó profundamente en la caja, para preservar la belleza de los bordes.
El diseñador de Grand Seiko continuó incorporando esta temática en todos los detalles para crear lo que hoy se conoce como el Grand Seiko Style. Hizo que las manecillas y los marcadores de hora fueran multifacéticos, para permitir que la luz se reprodujera en la esfera, y creó un bisel con pulido espejo, haciendo que toda la estética de diseño se basara en la nitidez y el brillo. Con el 44GS, Grand Seiko había encontrado su código de diseño y nació, así, una leyenda.

CÓDIGO DE DISEÑO Un código de diseño creado alrededor de líneas definidas y el brillo de la calidad.

Sombras y líneas fuertes. Estos elementos formaron la piedra angular del diseño de Grand Seiko, pero antes de que ese diseño pudiera realizarse, se requería un nuevo nivel de precisión en la fabricación del diseño. Este se produjo a través de un cambio en la forma en que se realizaban las mediciones. Hasta 1960, Seiko había estado utilizando una unidad especial llamada "línea", que era el estándar principal en la industria relojera pero, en 1962, Seiko cambió la unidad al milímetro. Esto dio como resultado un cambio en la unidad mínima de 1/4 de línea (aproximadamente 0.56 mm) a 0.1 mm, lo que permite un diseño más preciso de la caja del reloj y los componentes exteriores.

Un elemento central para la creación de un estilo Grand Seiko fue el desafío de dar a cada caja una firma distintiva. La caja se fabricó en acero inoxidable forjado en frío y, gracias al diseño más preciso, se logró una forma tridimensional más nítida. De particular interés fue el aspecto único de la cresta, que se extendía desde el lateral de la caja hasta las agarraderas. La esfera también tenía un aspecto propio. Para aprovechar al máximo la interacción entre luces y sombras, los marcadores de hora en la esfera se tallaron para ser multifacéticos y luego fueron pulidos cuidadosamente. La esfera era plana para ayudar a garantizar la resistencia al agua de la caja y para permitir que los marcadores destacasen en un fuerte relieve. Estos elementos se convirtieron en parte del estilo Grand Seiko definitivo y se desarrollaron aún más, y a niveles más altos de sofisticación, en el GS-Self-dater de 1964 y luego en el 44GS de 1967.

Todo culminó con el 44GS de 1967, el reloj que estableció, de una vez por todas, el Grand Seiko Style. La forma de la caja era revolucionaria. La superficie frontal plana se pulió para obtener un acabado sin distorsiones, que se logró mediante un método conocido como pulido Zaratsu.
Esta técnica requiere gran habilidad y larga experiencia para perfeccionarse.

Los lados de la caja se inclinaban bruscamente hacia adentro para permitir que el reloj se asentase perfectamente en la muñeca, y para dar un aspecto único. La corona se colocó profundamente en la caja, para preservar la belleza de los bordes.
El diseñador de Grand Seiko continuó incorporando esta temática en todos los detalles para crear lo que hoy se conoce como el Grand Seiko Style. Hizo que las manecillas y los marcadores de hora fueran multifacéticos, para permitir que la luz se reprodujera en la esfera, y creó un bisel con pulido espejo, haciendo que toda la estética de diseño se basara en la nitidez y el brillo. Con el 44GS, Grand Seiko había encontrado su código de diseño y nació, así, una leyenda.

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The 44GS

El 44GS, la obra maestra que encarnó por primera vez el estilo Grand Seiko en 1967, fue revivido en 2013 como edición limitada, el SBGW047. El cristal, el grosor de la caja y otros detalles se actualizaron, pero el diseño característico de la caja con sus líneas rectas, planos y superficies curvas y bidimensionales, se reprodujo fielmente. La superficie de la caja, sin distorsiones y altamente pulida, es realmente como el reflejo de un espejo.

SBGW047

Las exquisitas superficies pulidas y sin distorsiones del bisel y la caja son producto del pulido de Zaratsu, un arte dominado solo por los artesanos más hábiles. El lateral de a caja inclinada hacia adentro es una superficie particularmente desafiante para esta técnica. (El modelo de la foto es el SBGW047)

Las exquisitas superficies pulidas y sin distorsiones del bisel y la caja son producto del pulido de Zaratsu, un arte dominado solo por los artesanos más hábiles. El lateral de a caja inclinada hacia adentro es una superficie particularmente desafiante para esta técnica. (El modelo de la foto es el SBGW047)

SBGH219

El acabado pulido le da a los marcadores de hora multifacéticos un brillo destellante, pero una sombra atractiva se proyecta en el otro lado.
(El modelo de la foto es SBGH219)

SBGH219

El acabado pulido le da a los marcadores de hora multifacéticos un brillo destellante, pero una sombra atractiva se proyecta en el otro lado.
(El modelo de la foto es SBGH219)

SBGW047

El grosor de la caja es de 11.5 mm, pero se ve más delgado debido a su inclinación hacia adentro. El vidrio es un cristal de zafiro, pero de acuerdo con el 44GS original, tiene forma de caja.
(El modelo de la foto es el SBGW047)