La reserva de marcha sigue siendo la misma, incluso cuando el cronógrafo está en uso.
Cuando se usa el cronómetro de un cronógrafo mecánico convencional, la reserva de marcha del reloj disminuye y, a medida que disminuye el torque del muelle real, la medición del tiempo comienza a perder precisión. Como en muchas otras formas, el cronógrafo Spring Drive rompe con las convenciones y ofrece un rendimiento superior. Cuando el cronómetro está en funcionamiento, no hay disminución en la reserva de marcha y la precisión del reloj sigue siendo la misma, independientemente de la energía en reserva. Al usar menos ruedas en el tren de engranajes y reducir a la mitad la cantidad de energía eléctrica requerida por el freno para regular la velocidad del segundero, el equipo de desarrollo pudo reducir la pérdida de transmisión de energía y mantener la reserva de marcha.
El cronógrafo Grand Seiko Spring Drive es el cronógrafo de muelle más preciso del mundo, con una tasa de precisión de un segundo al día. Este alto nivel de precisión en el movimiento se corresponde con la precisión de operación del botón. Gracias a la combinación de una rueda de pilares y un embrague vertical, el cronógrafo arranca y se detiene sin pérdida de precisión. Además, el reloj mide exactamente el tiempo transcurrido, gracias al hecho de que el segundero de deslizamiento se detiene en el mismo instante en que se presiona el botón, y no a la fracción de segundo más cercana, como en cualquier otro cronógrafo accionado por muelle.
El calibre 9R86 se completó en 2007. Gracias a la habilidad y diligencia de Hara, Hiraya y muchos otros, Spring Drive había evolucionado de un simple reloj de tres manecillas de cuerda manual a un cronógrafo automático con una reserva de marcha de 72 horas y una manecilla GMT de 24 horas. El sueño de un ingeniero en la década de 1970 eventualmente se hizo realidad en 1997 y ha seguido evolucionando desde entonces. La mejora continua siempre ha sido, y sigue siendo, fundamental para Grand Seiko.