Un equilibrio perfecto de finura y rendimiento. El nuevo calibre automático de Grand Seiko para mujer.

Como la reputación internacional de Grand Seiko no para de crecer, los amantes de los relojes de todo el mundo han pedido que se amplíe la gama de relojes para mujer. Ahora su petición se cumple mediante el lanzamiento de un calibre automático completamente nuevo. Se presenta en una edición limitada de una belleza excepcional.

El calibre 9S25. El equilibrio perfecto entre finura y rendimiento

El nuevo calibre ha sido diseñado para ofrecer un perfil delgado y un alto nivel de rendimiento. Tiene tan solo 4,49 mm de grosor, lo que permite que la caja se ajuste a todas las muñecas, mientras que cuenta también con la fuerza necesaria para ofrecer una reserva de marcha de 50 horas y una precisión de +8 a -3 segundos al día, lo que es un homenaje tangible a la ingeniería innovadora. El calibre 9S25 utiliza las tecnologías más avanzadas de Grand Seiko, incluida la última aleación 610 para el espiral, y la ingeniería MEMS para el áncora, la rueda de escape y otros componentes clave. El diseño del tren de engranajes es completamente nuevo, al igual que el perfil de los dientes de cada engranaje, para garantizar la máxima eficiencia energética. La rueda de escape tiene un nuevo diseño que es más ligero, aunque sigue siendo sólido, y ha sido diseñado para obtener la máxima resistencia. Se trata de un calibre de 8 alternancias con 33 rubíes. Como todos los demás relojes mecánicos Grand Seiko, este reloj ha sido fabricado y ensamblado a mano en el estudio Shizukuishi de Morioka. No se ha saltado ninguna etapa; cada movimiento del 9S25 se somete al mismo riguroso procedimiento de prueba durante 17 días, como también lo hacen los demás relojes mecánicos Grand Seiko para hombres.

Mucho más de lo que el ojo ve.

A través del fondo de caja transparente de cristal de zafiro, brilla la belleza del nuevo calibre y destaca el esmerado cuidado en su acabado. La belleza de la artesanía va mucho más allá de la superficie. Oculta dentro del movimiento se encuentra la rueda de escape, fabricada en forma de una flor de cinco pétalos y, debajo de la masa oscilante, las elegantes líneas de los puentes fluyen como una corriente que podemos atisbar a medida que la masa se mueve de un lado a otro. Del mismo modo, la correa adicional presenta una superficie blanca texturizada con un patrón de grogrén, pero tras ella se esconde una segunda capa hecha del mejor cuero de cocodrilo. En todos los aspectos, tanto los exteriores como los interiores, visibles a simple vista y escondidos en su interior, este reloj-joya extraordinario constituye un ejemplo de la relojería de gran calidad por la que Grand Seiko es famosa. Mirar la esfera brillante supone una alegría para la vista, pero también ofrece a su propietaria la satisfacción de saber que la belleza externa se combina con la calidad y la artesanía en el interior, con la que se fabrican y montan todos los componentes.

Una esfera de nieve plateada enmarcada por un círculo de diamantes

La esfera es al mismo tiempo sutil y llamativa. Su intensa apariencia se consigue mediante un lamé plateado que crea una textura sensual que recuerda la nieve del Monte Iwate, la cual preside las vistas del estudio Shizukuishi, donde se fabrica el reloj. El bisel cuenta con 37 diamantes engastados, coronando la caja de 18k, facetados 60 veces en corte de diamante. La corona presenta un diamante de mayor tamaño, y once más marcan las horas en la esfera. Este reloj se ofrece en una edición limitada a 50 piezas, y estará disponible en julio.