La historia de Grand Seiko en diez capítulos Vol.8 El movimiento de 10 alternancias. Un excelente equilibrio entre precisión y durabilidad hecho posible gracias a la historia de tecnología desarrollada internamente y a la artesanía superior

HI-BEAT La búsqueda de la alta precisión

La precisión de un reloj de pulsera es la prueba definitiva de su calidad, es por ello, que desde el principio, el equipo de Grand Seiko ha puesto siempre a la precisión en la parte superior de la lista de sus prioridades. La compañía había estado perfeccionando la precisión de sus relojes en pruebas de cronometraje japonesas, pero, queriendo probarse contra los mejores del mundo, aceptó la gentil invitación de participación en las competencias de cronometraje de precisión del Observatorio de Ginebra y Neuchâtel; y participó desde principios de los años 1960, compitiendo con los mejores relojeros del mundo para crear los relojes más precisos. Fue a través de este proceso que el equipo de Grand Seiko adquirió la convicción de que los movimientos de altas alternancias eran la mejor forma de lograr la mayor precisión.

En cada reloj mecánico, la fuerza ejercida por el resorte principal mientras se desenrolla hace girar a los engranajes, mientras la velocidad constante de oscilación de la rueda de balance aplica un freno a los engranajes; lo que da como resultado la rotación precisa de las manecillas. Por ende, la precisión de un reloj depende de la estabilidad de la rueda de balance. Así como un giro rápido en la parte superior es más estable que un giro lento; cuanto mayor es la frecuencia de oscilación del balance, menos susceptible es el movimiento frente a impactos de un golpe y de otras fuerzas, y lógicamente mayor es la precisión.

Gracias a la experiencia obtenida en en las competencias del Observatorio, el equipo determinó que 36.000 alternancias por hora (10 por segundo) era la velocidad necesaria para lograr alta precisión y durabilidad y, en 1968, se crearon dos movimientos diferentes de altas alternancias. El equipo de Suwa Seikosha realizo la serie Calibre 61 de cuerda automática y el equipo de Daini Seikosha las series del Calibre 45 de cuerda manual. Con estos dos nuevos calibres, la compañía se posicionó entre los pocos grande fabricantes del mundo que lograban superar exitosamente el desafío de las altas alternancias.

En la década de 1990, los avances en fabricación y en los materiales abrieron nuevas posibilidades en la relojería mecánica de Grand Seiko y estos avances se utilizaron al máximo en la creación del movimiento mecánico 9S completamente nuevo, en 1998. Tras su desarrollo, los ingenieros comenzaron a buscar una precisión y durabilidad aún mayor, y en 2004, se lanzó un nuevo proyecto para desarrollar un movimiento de 10 alternancias que llevaría la precisión del Grand Seiko a un nuevo nivel.

HI-BEAT La búsqueda de la alta precisión

La precisión de un reloj de pulsera es la prueba definitiva de su calidad, es por ello, que desde el principio, el equipo de Grand Seiko ha puesto siempre a la precisión en la parte superior de la lista de sus prioridades. La compañía había estado perfeccionando la precisión de sus relojes en pruebas de cronometraje japonesas, pero, queriendo probarse contra los mejores del mundo, aceptó la gentil invitación de participación en las competencias de cronometraje de precisión del Observatorio de Ginebra y Neuchâtel; y participó desde principios de los años 1960, compitiendo con los mejores relojeros del mundo para crear los relojes más precisos. Fue a través de este proceso que el equipo de Grand Seiko adquirió la convicción de que los movimientos de altas alternancias eran la mejor forma de lograr la mayor precisión.

En cada reloj mecánico, la fuerza ejercida por el resorte principal mientras se desenrolla hace girar a los engranajes, mientras la velocidad constante de oscilación de la rueda de balance aplica un freno a los engranajes; lo que da como resultado la rotación precisa de las manecillas. Por ende, la precisión de un reloj depende de la estabilidad de la rueda de balance. Así como un giro rápido en la parte superior es más estable que un giro lento; cuanto mayor es la frecuencia de oscilación del balance, menos susceptible es el movimiento frente a impactos de un golpe y de otras fuerzas, y lógicamente mayor es la precisión.

Gracias a la experiencia obtenida en en las competencias del Observatorio, el equipo determinó que 36.000 alternancias por hora (10 por segundo) era la velocidad necesaria para lograr alta precisión y durabilidad y, en 1968, se crearon dos movimientos diferentes de altas alternancias. El equipo de Suwa Seikosha realizo la serie Calibre 61 de cuerda automática y el equipo de Daini Seikosha las series del Calibre 45 de cuerda manual. Con estos dos nuevos calibres, la compañía se posicionó entre los pocos grande fabricantes del mundo que lograban superar exitosamente el desafío de las altas alternancias.

En la década de 1990, los avances en fabricación y en los materiales abrieron nuevas posibilidades en la relojería mecánica de Grand Seiko y estos avances se utilizaron al máximo en la creación del movimiento mecánico 9S completamente nuevo, en 1998. Tras su desarrollo, los ingenieros comenzaron a buscar una precisión y durabilidad aún mayor, y en 2004, se lanzó un nuevo proyecto para desarrollar un movimiento de 10 alternancias que llevaría la precisión del Grand Seiko a un nuevo nivel.

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「SBGA011」と「SBGL001」 「SBGA011」と「SBGL001」

Izquierda: Un Grand Seiko 1968 que porta el movimiento de 10 alternancias, con el Calibre 6145
Derecha: El Grand Seiko Mecánico Hi-Beat 36000 lanzado en 2009 fue el primero en llevar el movimiento de 10 alternancias, con el Calibre 9S85. Ofrecía una precisión de +5 a -3 segundos por día y una reserva de carga de 55 horas.

Los 10 mejores relojes de pulsera de la década de 1960

Calibre 6145, de 1968

Calibre 6145, el movimiento de 10 alternancias de cuerda automática creado por Suwa Seikosha. Sí buen presentaba un movimiento de 10 alternancias (movimiento Hi-Beat), también tenía una de “detención del segundero” al extraer la corona, que se consideraba tecnológicamente complicado en su momento. Un reloj aclamado que combinaba alta precisión, utilidad, y fiabilidad.

Calibre 4520, de 1968

Calibre 4520, el movimiento de 10 alternancias de cuerda manual fabricado por Daini Seikosha, tenía un perfil de solo 3,5 mm. Más delgado que los movimientos de las series 44 y 57, presentaba un diseño elegante y de alta precisión. Con la creación de este calibre y la serie 61, Grand Seiko ofreció una variedad de calibres de 10 alternancias que se encontraban entre los más importantes del mundo.

Calibre 4580 (V.F.A.), de 1969

El Calibre 4580 de cuerda manual fabricado por Daini Seikosha. Aplicando la tecnología perfeccionada gracias a la participación en las competencias de Cronometraje del Observatorio, este movimiento V.F.A. (Very Fine Adjusted) alcanzó el asombroso nivel de precisión de ±1 minuto por mes.

*Algunos de los relojes que se muestran en esta página tienen especificaciones diferentes del momento de su lanzamiento.