V.F.A. son las siglas en inglés de "Ajuste muy fino" y, como su nombre lo indica, su principal característica era su alta precisión. Con él, el equipo de Grand Seiko logró una precisión que superó con creces la requerida por cualquier certificación de cronómetro. Además, el programa de pruebas era más exigente que el de cualquier autoridad reconocida. Las pruebas de precisión se realizaron en seis posiciones. El estándar GS en ese momento era de +5 a -3 segundos por día, pero el V.F.A. logró una precisión de +/-1 minuto por mes, un nivel sin precedentes para un reloj mecánico. Los movimientos, los calibres 6185 y 6186 (cuerda automática) y el calibre 4580 (cuerda manual), fueron ensamblados y ajustados especialmente por artesanos y artesanas en condiciones extremadamente exigentes.

Es interesante recordar las presiones con las que tenía que lidiar el equipo de Grand Seiko en este momento. La década de 1960 fue testigo, tal vez, del desarrollo más importante y rápido en la relojería durante más de un siglo. La calidad, el rendimiento y la funcionalidad de la relojería mecánica progresaban a buen ritmo y las técnicas de fabricación, cada vez más desarrolladas, hicieron que los relojes de alta calidad estuvieran disponibles a precios cada vez más accesibles. Tomemos como ejemplo el Seiko Sportsmatic 5, que se lanzó en 1963. El reloj costaba menos de un tercio de lo que costaba la mayoría de los relojes Grand Seiko y, sin embargo, en muy poco tiempo, se había ganado una gran reputación como un reloj fiable que la gente común podía pagar. En 1968, cuando el salario mensual inicial de un empleado del gobierno nacional en Japón era de solo 25.000 yenes, el 61GS de cuerda automática tenía un precio de 37.000 yenes o más. Además, en 1969, el mismo año del lanzamiento del V.F.A., Seiko lanzó Quartz Astron, el primer reloj de cuarzo del mundo, e inició la revolución del cuarzo que, en pocos años, puso los relojes de alta precisión al alcance de todos.
Entonces, con el fin de lograr cierta trascendencia en este mercado en rápido cambio, el equipo de Grand Seiko tuvo que crear un reloj verdaderamente excepcional, y fue esto lo que lo impulsó a crear el V.F.A con su nivel de precisión sin precedentes. Apenas nueve años después de su nacimiento, en 1960, Grand Seiko había alcanzado el pináculo de la relojería mecánica de alta precisión.