Cristal de cuarzo y resorte regulador

SBGR001
El primer reloj con Calibre 9F. Sus manecillas largas y elegantes proporcionaron al reloj de cuarzo el ADN del diseño del Grand Seiko.

Cristal de cuarzo y resorte regulador

El primer reloj con Calibre 9F. Sus manecillas largas y elegantes proporcionaron al reloj de cuarzo el ADN del diseño del Grand Seiko.

Manecillas que indican la hora exacta

El equipo de desarrollo liderado por Kuniharu Natori creó con el lanzamiento del Calibre 9F numerosos componentes de los que se sentían orgullosos. Sin embargo, se dice que, quizás sorprendentemente, de lo que Natori se sentía más orgulloso era del uso de un resorte de bobina tradicional en su nuevo movimiento.

Por “resorte de bobina”, ¿se refería a un resorte motor como el que alimenta los relojes mecánicos? ¿O a un resorte regulador instalado en el volante regulador de un reloj mecánico para controlar la precisión del movimiento? Cualquiera que sea la respuesta, ¿qué hacía un resorte en un movimiento de cuarzo? Natori había integrado un resorte regulador en el Calibre 9F para evitar que el segundero temblase por el juego o retroceso entre los dientes de la rueda de un reloj de cuarzo estándar. Aunque prácticamente indetectable para el ojo humano, Natori y su equipo encontraban este temblor del segundero ofensivo, puesto que según ellos no hacía justicia al calibre extremadamente preciso que trataban de crear.

Todos los movimientos de cuarzo de la época avanzaban el segundero en incrementos de un segundo, característica que acentuaba la visibilidad de cualquier temblor de la manecilla. Además, cuanto más larga fuese la manecilla, más amplificada era la vibración de cada “tic-tac”. No obstante, para garantizar una legibilidad perfecta, el equipo de desarrollo quería que el segundero del Calibre 9F fuese tan largo como el de los relojes mecánicos Grand Seiko. Y fue así como nació un nuevo mecanismo. Recibió el nombre de Mecanismo de ajuste automático de retroceso, e incluía la adición de un resorte regulador diminuto en el tren de engranajes. Una solución ingeniosa que permitió que el segundero pudiese detenerse inmediatamente y sin vibraciones.

El equipo de desarrollo denominó al preciso movimiento de la manecilla, o su indicación de precisión, Tachiifurumai de la manecilla. La palabra japonesa para modales expresa la idea de alguien o algo logrando un estilo característico con gracia aparentemente natural. Para que un calibre pudiese lograr una precisión tan notable, el equipo pensó que los movimientos de las manecillas y del calendario tenían que demostrar la misma alta precisión. Este orgullo en su creación dio lugar a que los ingenieros desarrollasen una serie de nuevos mecanismos que pudiesen mejorar la precisión y el rendimiento de su nuevo calibre, uno de ellos fue el Mecanismo de ajuste automático de retroceso.

Leer más