Lanzado en 1967, el 62GS fue el primer reloj de Grand Seiko que montaba un movimiento automático. Este reloj se hizo popular por su llamativo diseño, con una caja espejada de varias caras y una amplia apertura de la esfera, que se consiguió con una construcción sin bisel y la técnica de pulido Zaratsu característica de Grand Seiko. Puro y refinado, el 62GS es nuestro clásico más preciado.

El 62GS contaba con una caja espejada de varias caras y una amplia apertura de la esfera, lograda con una construcción sin bisel y el exclusivo pulido Zaratsu de Grand Seiko. En conjunto, estos elementos se combinaron para hacer del 62GS un reloj limpio, delgado, fácil de leer y cómodo.

Encarnación de la naturaleza japonesa y sus sensibilidades artísticas

En Japón, cada una de las cuatro estaciones del año se vive en seis fases y todas tienen su propio carácter. Los sutiles cambios de una a otra acercan la naturaleza del tiempo a nuestros sentidos.