Aprenda más acerca del Calibre 9F
¿Qué es Diafix?
Diafix, un sistema que fue creado para relojes mecánicos, también ha demostrado ser el modo perfecto de asegurar la longevidad del calibre de cuarzo de Grand Seiko. Se instala una plataforma más allá del orificio para la joya, que sujeta el eje y un tope para la joya, y se coloca otro rubí rojo en este, manteniéndolo en su lugar con el uso de un muelle en forma de U. Ya que su estructura mantiene de forma constante la distancia entre el orificio para la joya y el tope para la joya, la cantidad de aceite lubricante puede ser mantenida al nivel preciso. Por supuesto, esto no significa que el reloj quede exento de mantenimiento para siempre, pero la notable mejora que consigue Diafix en retención de aceite previene problemas que podrían perjudicar la precisión del reloj a lo largo del tiempo.
Protegiendo el movimiento de los campos magnéticos
En un reloj, el magnetismo es tal enemigo de la precisión como la fricción lo es de las piezas móviles. La gran cantidad de imanes que nos rodea permanentemente en televisores, teléfonos celulares, e incluso en los cierres magnéticos de los bolsos, tiene un impacto adverso en los ratios de precisión de los movimientos de todos los relojes, tanto los mecánicos como los de cuarzo. Esta placa antimagnética está elaborada con hierro puro y aunque no repele los campos magnéticos como un escudo, sí que sirve como un “pararrayos” del magnetismo. Gracias a esta, el Calibre 9F puede resistir la exposición a campos magnéticos de 4.800 A/m, alcanzando un rendimiento antimagnético que cumple con los estándares ISO incluso para relojes de buceo.
La placa principal. Doble espesor para una durabilidad cuatro veces mayor.
Un reloj Grand Seiko Calibre 9F se siente pesado en la palma de la mano. La razón de su peso se encuentra en el espesor de su placa principal. La placa principal del movimiento de un reloj es como el chasis de un automóvil; es el marco de soporte que soporta y da estabilidad al movimiento. Se decidió que la placa principal del Calibre 9F tuviera el doble de espesor que la usada normalmente en los movimientos de cuarzo para dar como resultado una potencia cuatro veces mayor. Para crear un reloj de cuarzo con la fiabilidad duradera exigida al Grand Seiko, el equipo de desarrollo decidió sacrificar dos de los beneficios obvios de un calibre de cuarzo, ligereza y finura, para aumentar la resistencia a golpes y la durabilidad de su nuevo movimiento.