La relojería japonesa da a luz a lo que otros ven como un "clásico".
Hoshino se especializó en diseño industrial en la universidad pero, cuando se unió a la compañía, fue nombrado para el departamento de producción de relojes.
“En realidad, mi padre pasó su carrera en la fabricación. Encontraba dibujos y prototipos en casa desde que era un niño ". Hoshino no tenía intención de meterse al mismo campo de trabajo que su padre, pero estaba fuertemente atraído por la fabricación y especialmente al trabajo manual de los artesanos. Sin que le dijeran que lo hiciera, manejaba las máquinas y las herramienta en la fábrica, se hizo amigo de los artesanos y aprendió la historia detrás de la creación de Grand Seiko, no como "conocimiento" sino como un arte vivo. Eventualmente se convirtió en miembro del equipo Grand Seiko. Después de varios años de experiencia, se unió al equipo de élite en el Micro Artist Studio y participó en la creación del Spring Drive con reserva de marcha de ocho días y el Spring Drive de cuerda manual con el Barrilete de Doble Muelle Real.
Una vez, cuando Hoshino visitó Europa, un relojero le dijo que "Grand Seiko es un clásico". Hoshino se sorprendió al escuchar estas palabras de su colega europeo, ya que Grand Seiko todavía era nuevo en el mercado europeo, pero lo tomó como el cumplido que debía ser. El relojero no se refería a su fama sino a la pureza y longevidad de su diseño. Mientras hablaban, acordaron que no eran rivales sino relojeros que compartían una apreciación de un arte que trasciende todos los límites. Hoy, Hoshino va más allá: “Esto no se limita solo a los relojes. El mundo será más rico y más interesante si hay más diversidad ".
